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Mar de hielo en Groenlandia

Leer viaje: PASEO EN BARCO POR EL FIORDO DE ERIK EL ROJO - GROENLANDIA BARCO POR EL FIORDO DE ERIK EL ROJO - GROENLANDIA

El silencio de Igaliku - Groenlandia

Leer viaje: IGALIKU - GROENLANDIA SILENCIO EN EL ARTICO

Narsarsuaq - Groenlandia

Narsarsuaq . El día de regreso a Narsarsuaq fue por la tarde (Ricardo nos dio dos horas diferentes para elegir cuando nos iba a recoger el barco, y como nos gustaba más Igaliku que Narsarsuaq decidimos coger el barco de por la tarde). Cuando llegamos salimos del puerto en dirección al hotel en furgoneta, nos registramos y dejamos el equipaje en la habitación. Mientras cada uno hacía algo (ducharse, reorganizar equipaje, etc) yo me eché una siestecilla, dado que no había mucho que hacer. Luego nos acercamos a la enfermería por la infección de los picotazos de moquito que había tenido a lo largo del viaje, esto fue al final del viaje pero es que hasta no llegar a Narsarsuaq no había médico que me pudiera dar antibiótico. No se paga nada por la medicación pero esta te la tiene que dar un médico. La primera vez que nos acercamos no había nadie, el médico debía estar en alguna urgencia. El horario de atención normal era de 9 a 11 de la mañana así que nos fuimos pero al regresar ya esta

Barco por el fiordo de Erik El Rojo - Groenlandia

Fiordo de Erik El Rojo (en barco) . De Igaliku tomamos el camino de los reyes al puerto de Itilleq, caminamos por la playa de piedras rojas donde había algún que otro icebergs varado, y llegamos al puerto justo a vez que el barco lo que nos permitió ver desde la orilla de la playa la postal que creaba el barco rojo navegando por el agua azul entre las montañas y el hielo azul. En el barco también iban unos alemanes, la primera vez que nos encontrábamos con unos turistas como nosotros. Hacía bastante frio por lo que la mayoría de la gente se quedo dentro de la cabina y los pocos que queríamos hacer fotos salimos fuera de la cabina a pasar frio, siempre teniendo cuidado de no cruzarse por delante de la vista del capitán del barco. Debido al intenso viento del día anterior el mar estaba cubierto de hielo. El viento había arrancado una infinidad de hielos del Qooroq (glaciar) y los guías nos avisaron de que tal vez el capitán del barco no pudiera acercarse tanto a los icebergs como n

Igaliku - Groenlandia

Igaliku . El día de nuestra llegada no visitamos mucho de Igaliku dado que no habíamos parado en todo el día, yendo de un lado a otro, antes de ir al albergue paramos a tomar unos refrescos en el “hotel” (se llama así aunque no la única diferencia con el albergue es que las camas tiene edredones, pero además hay bungalós que no tienen baño y para ir al baño o para ducharse han de ir a la casa principal, por lo que yo no lo llamaría “hotel”). Al día siguiente visitamos la tienda de comestibles, algunos compraron música groenlandesa y jabón para lavar la ropa, mientras nos íbamos de treking Ricardo se quedó encargado de la ropa, que pusimos a lavar en la lavadora de la casa común y cuando regresamos ya estaba seca. Mucho mejor porque por la tarde el viento comenzó a subir de intensidad, tal y como marcaban las previsiones, la hierba que crecía alta se doblaba sobre el suelo y las sábanas blancas colgadas del tendedor del prado volaban cada vez más alto, hasta que al final alguien s

Mirador del fiordo de Erik El Rojo y el Qooroq - Groenlandia

Mirador del fiordo de Erik El Rojo y El Qooroq . Al día siguiente de llegar a Igaliku comenzamos el último treking del viaje, aunque todavía nos quedaban un par de días en Groenlandia, pero los pronósticos del tiempo auguraban fuertes vientos, y como pudimos ver y oír por la tarde, los pronósticos eran acertados. Así que, como todos los días, nos levantamos pronto y salimos del albergue camino a la montaña. Fuimos caminando junto al río de agua cristalina, limpia de cualquier contaminación, y junto a playas de piedras llegamos a un lago alimentado de varias cascadas de agua que caen de lo alto de las montañas. El lago estaba tranquilo y suave, como una playa, pero mientras esperamos a que unas vacas (algo poco común en Groenlandia) bajaran de la montaña y se liberará el camino que debíamos tomar para ir al plató, se levantó el aire y formó olas en el lago como si fuera el mar. Nos llamó la atención con qué rapidez pasó de un agua tranquila a un mar de olas. Una vez bajaron todas

Camino de los reyes (hacia Igaliku) - Groenlandia

Camino de los Reyes . Igaliku tiene dos muelles, el de Itilleq en el fiordo de Erik y el de Igaliku en el fiordo de Einar. Hay una pista de 3 km, que enlaza un puerto con otro, llamada el Camino de los Reyes. Este es el camino que tomaríamos para llegar a Igaliku. Bajamos del barco y dejamos en los quads las mochilas para luego ir caminando por la Senda de los Reyes hasta Igaliku, no sé por qué este camino recibe ese nombre pero el inicio del mismo es espectacular. Atrás queda el muelle con sus colores azules, y el camino empieza con una suave cuesta de intenso color verde. La caminata es suave, y yo ya estaba recuperada del bajón que me dio subiendo el colladito ese del valle de las Mil Flores. La senda tiene un paisaje de colores que van variando entre el verde de la pradera y el rojo, el violeta, el azul y el amarillo de las flores. La luminosidad del color del paisaje contrasta con el fondo uniforme y azul del mar y el cielo. Cuando comenzamos el camino, y volviendo la vista at

De Narsarsuaq a Itilleq (en barco) - Groenlandia

De Narsarsuaq a Itilleq en barco . Cuando llegamos arriba del collado del valle de las Mil Flores nos recogieron en coche (debido a que me vieron subir el collado con la lengua afuera) y fuimos al puerto a coger deprisa un barco que nos acercará a Igaliku. Las previsiones daban viento y con viento no íbamos a poder coger ningún barco por lo que mejor quedarse anclado en Igaliku, que tiene más sitios que visitar, que en Narsarsuaq. Así que de nuevo tomamos las mochilas y nos bajaron en furgoneta al puerto. Igaliku tiene dos muelles, nosotros cogimos el barco para ir de Narsarsuaq al muelle de Itilleq atravesando el fiordo de Erik El Rojo. El viaje fue muy rápido pero aprovechando que no llovía (como nos pasó el primer día) todos nos quedamos fuera de la cabina para disfrutar de la vista de los icebergs flotando sobre el agua, con su color blanco como el merengue, sus formas suaves, y sus reflejos verdes en el mar. Estos icebergs se desprenden del glaciar Qooroq y presentan una post

Glaciar Kiagtuut - Groenlandia

Glaciar Kiagtuut . Nos levantamos como todos los días, lo que no es precisamente tarde, y desayunamos, recogemos el campamento y lo dejamos todo preparado para la vuelta del treking. Durante la noche los mosquitos se han ensañado conmigo. A todos los han picado los mosquitos, incluso a través de la ropa, dado que son diferentes a los mosquitos de otro lugares (ni sprays, ni pulseras, ni nada funciona). Pero conmigo la han tomado en la frente, que la tengo llena de bultos, y que durante momentos del día llego a sentir como entumecida y no noto cuando intento fruncir la frente. Además, como hace sol, los mosquitos siguen igual de pesado que el día anterior, por lo que tenemos que seguir llevando las mosquiteras para no tragárnoslos. Y eso da más calor a mi frente, lo que no ayuda con mis picotazos. Dejando eso a un lado el día de hoy acabará siendo un día perfecto donde disfrutaremos de otro glaciar de una forma diferente. Comenzamos la subida para llegar hasta el glaciar, sabemos q

Valle de las Mil Flores - Groenlandia

Valle de las Mil Flores . El camino hasta el valle de Mil Flores comienza en la carretera de Narsarsuaq, a travesando la carretera no hay mucho paisaje interesante que ver, descampado y alguna casita suelta por ahí, aunque con la montaña alrededor y el riesgo de desprendimiento, el lugar no es muy recomendable para construirse una casa. Por el camino se puede ver el antiguo hospital militar de Narsarsuaq, bueno, en realidad lo que se puede ver es la forma donde estuvo el hospital marcada con piedras y la chimenea, que es lo único que queda en pie del hospital; una chimenea de piedra. El motivo es que los norteamericanos cuando abandonaron Groenlandia, donde tenían base militar durante la guerra mundial desmantelaron todo el hospital pieza por pieza dejando solo en pie la chimenea. Los mal pensados dicen que es porque durante la guerra ahí hacían experimentos médicos que no les interesa que se descubran. Sea cierto o no el caso es que de repente en medio del descampado de hierbas (e

Narsarsuaq - Groenlandia

Narsarsuaq . El helicóptero nos ha dejado en el aeropuerto de Narsarsuaq donde nos esperan Ricardo y Miguel para llevarnos hacia el final del pueblo donde se encuentra un albergue danés donde uno puede ducharse y donde recolocamos las mochilas para el camino al campamento. Eso sí, cuando se va a entrar a las casas hay que quitarse las botas. Lo había leído antes hacer el viaje y cuando estuve ahí me recordó a cuando en Japón en los templos había que quitarse los zapatos y en Corea en los restaurantes también había que hacerlo. La diferencia es que ahí eran más limpios y nadie te daba gritos. Lo comento porque estando en el albergue de Narsarsuaq escuché a uno pegarle unos cuantos gritos en inglés a alguien que había andado dos pasos de más con las botas puestas, me pareció algo exagerado, sobre todo porque no es que el suelo por el que estaba andando estuviera limpio dado que era la zona de entrada. Es por esto que en realidad se parece pero no se parece a Japón. Mientras nos asea

Glaciar Eqaluritsist - Groenlandia

Glaciar Eqaluritsist . El día amanece soleado, las montañas se reflejan en el agua tranquila del lago, eso es positivo porque hoy tenemos planeado el vuelo en helicóptero y con mal tiempo el vuelo no sale. Aún así, para que la pequeña neblina que hay por encima de los picos desaparezca Ricardo, el guía, programa el vuelo en helicóptero para las 10 de la mañana, que luego se retrasa porque los pilotos que hacen estos vuelos también hacen otros trabajos, hay que tener en cuenta que el transporte en Groenlandia consiste principalmente en barcos, lanchas y helicópteros. Así que, ya que hemos madrugado, pero tenemos tiempo, ganduleamos un poco, miramos los mapas de Groenlandia, hablamos, vemos coser a Jorginne el pantalón de Miguel, el guía, y preparamos las mochilas. Debido al tiempo, hoy hace sol pero en unos días predicen fuertes vientos y lluvia, Ricardo y Miguel, los guias, deciden adelantar el campamento. Porque pasar la noche en un campamento con viento fuerte y lluvia no es muy

Collado del Eqaluritsist - Groenlandia

Collado del Eqaluritsist . Nos levantamos y la vista es un poco triste; está lloviendo y el día ha amanecido gris. El itinerario del día consiste en un trekking de 17 kilómetros hasta el collado del Eqaluritsist para ver el fiordo, pasando por la bahía para ver la playa con los icebergs varados. Comenzamos el recorrido bajo una ligera lluvia, campo arriba, campo abajo, cruzamos ríos, montañas y ovejas pastando que de vez en cuando se dejan oír, aunque habitualmente solo se oye el ruido de la lluvia al caer. El paisaje con sus ondulaciones y hoyos verdes, sus ovejas, su lluvia y su niebla me recuerdan a Escocia. En lo alto de un collado (no al que nos dirigimos, pasamos por varios collados hasta llegar al Eqaluritsist) hay unas pocas ruinas de casas vikingas. La vista, como en la otra población, es espectacular. Los vikingos sabían elegir el lugar de su vivienda. Desde lo alto del collado a los pies de la verde montaña está el mar repleto de icebergs. Bajando del collado llegamos

Tassiusaq - Groenlandia

Tassiusaq . Caminamos desde Qassiarsuq hasta Tassiuasq subiendo unas montañitas con poco desnivel, cuanto más arriba mejor es la vista: el verdor ondulado de las laderas, las casitas de colores y los icebergs flotando sobre el agua gris. En todos los caminos hay varias cascadas, ríos y lagos. El agua no falta por Groenlandia y en todos los caminos se puede encontrar un rincón donde coger agua para beber. El camino se realiza bajo la niebla, más o menos espesa, pero al menos había dejado de llover. Entonces pequeñas flores violetas comienzan a aparecer a los lados del camino y se vislumbra una casa de madera color verde, con sus tractores rojos, y al fondo de todo ello la costa con los ya conocidos icebergs. Acercándonos a la granja hay unas tumbas, cruces blancas, rodeadas de flores violetas. Por el apellido que está escrito en las cruces son familiares de nuestros anfitriones, los inuits propietarios de la granja hostal donde nos vamos a alojar por un par de noches. Nos atiende

Qassiarsuq - Groenlandia

Qassiarsuq . En barco llegamos de Narsarsuaq a Qassiarsuq muy rápidamente. Al estar todos dentro de la cabina el barco ha ido deprisa, los icebergs los hemos visto de pasada, pero ya tendremos más viajes en barco a través del fiordo de Erik El Rojo, e instantes más tranquilos (y sin lluvia) para verlos. Detrás de nosotros, mientras amarramos y descargamos las mochilas, hay otra barquita esperando su turno. No hay puertos grandes y es un continuo llegar y salir de lanchas y barquitos. Por esa razón no se puede dejar amarrado un barco o barca en las escaleras que sirven de muelle de cada población, dado que sino otra persona que vaya no tiene forma de llegar a la costa. Digamos que como ahí no usan las carreteras sus lanchas y barcas son sus coches, y en vez de tener varios parkings solo tienen uno, por lo que solo pueden parar, bajar, o dejar a la gente o las cosas, e irse. No pueden estar demasiado tiempo aparcados porque sino el resto de gente no puede alcanzar la costa. En Qass

Narsarsuaq - Groenlandia

Narsarsuaq . El viaje comienza de verdad cuando cogemos el avión en Copenhague con destino a Narsarsuaq. Curiosamente en el aeropuerto de Copenhague no me hacen quitarme las botas, al contrario que en otros aeropuertos de Europa, como el de Madrid. En la puerta de embarque es muy fácil distinguir entre los daneses, los inuits (esquimales, pero no les gusta que les llamen así porque suelen tomarlo como una forma despectiva de llamarlos) y el resto. Una vez en el avión, pese a facturar juntas (la compañera de viaje que conocí en Madrid y yo) nos sientan en sitios diferentes. Mientras esperamos a que el avión se llene para preguntar si es posible cambiarnos de sitio un danés nos oye hablar y nos felicita por el futbol, y nos da una pequeña charla de lo bien que juega España, el hombre muy emocionado hablando de fútbol. Al final nos cambiamos hacia la zona del medio, donde las puertas de emergencia, y estamos una media hora más esperando a que la azafata, muy amablemente, organice el