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Lillehammer - Noruega

Lillehammer

La parada en Lillehammer es obligatoria para que el conductor de autobús cumpla con su media hora de descanso reglamentario. El guía nos propone que en vez de ir al centro de la ciudad que a las cinco y media de la tarde ya está todo cerrado y no hay nadie en la calle, vayamos a las instalaciones de salto de esquí de cuando en esta ciudad de celebraron los juegos olímpicos de invierno. Con todo el grupo de acuerdo vamos hacia la zona del salto de esquí donde el guía nos comenta que al estar en lo alto tiene unas vistas del lago y de los valles y las montañas preciosa, y que ya solo el mirador vale la pena. Por si acaso, como estamos en septiembre y la temporada de turismo ya está fuera de fecha el guía llama a un hotel de ahí donde lo conocen para confirmar que las instalaciones están abiertas para que no vayamos hasta ahí y luego no haya ni baños, y nos da la sorpresa de que no solo está abierto sino que hay una competición de salto de esquí. El guía nos comenta que alguna vez ha coincidido con prácticas de salto de esquí ahí y que es impresionante verlos saltar y cuando nos acercamos hacia las instalaciones ya vemos los coches y los carteles de la Copa Continental sub18. Nada más bajar del autobús entramos directos en el recinto y, como la suerte nos acompaña, por haber competición los baños son gratis, no hay que pagar nada. Antes de empezar la competición varios del grupo hacen fila para hacerse la foto en el fotomatón que hay junto a la pista de salto, y que tiene un par de esquís en posición de salto y solo hay que colocarse y hacer la fotografía como si estuvieras saltando. Mientras algunos del grupo hacen fila nosotras damos una vuelta por el lugar y preferimos hacer la fotografía en las escaleras que llevan al peletero olímpico. El guía nos comenta que la competición empieza a las seis, así que en vez de irnos a las seis (justo media hora de descanso) nos iremos a las seis y cuarto para poder ver algo de la competición porque merece la pena ver los saltos de esquí. Aunque todavía no ha nevado la zona está preparada para que sin nieve se puedan hacer los saltos en una pista verde. Empezamos a ve la competición, somos casi todos novatos, jamás hemos visto esto de los saltos de esquí, y menos en directo y nos deja a todos alucinados. Es increíble cómo se quedan tanto tiempo en el aire y con qué velocidad y flexibilidad se mueven. Fue una visita espectacular. Aunque se notaba que éramos españoles porque había más "ohh" cuando no salía muy bien y más aplausos cuando saltaban altísimo, y seguro lo notaron cuando nos fuimos porque los noruegos muy efusivos no eran. En esto que llega la hora de marcharnos y de regreso al autobús todos caemos en que no hemos visto las vistas, así que nos asomamos para ve los increíbles paisajes que se obtienen desde lo alto de Lillehammer. Al subir al autobús el guía, que se ha dado cuenta, nos comenta con deje de broma si nos han gustado las vistas ¡estábamos todos tan entusiasmados con los saltos que ni miramos las vistas!. Al marcharnos pasamos por el centro del pueblo que parece un lugar abandonado, no hay ni una persona pro la calle (cosa muy curiosa, tienen una estatua de Gandhi). Solo por las vistas la subida a la zona olímpica valía la pena, pero los saltos de esquí de la copa continental fueron el broche final para hacer de esta parada un momento imborrable del viaje.

Visita: Septiembre 2016

Mis imágenes: Dentro del Álbum Noruega
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 Información para viajar: Pendiente

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