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Palenque - Mexico

Palenque

La ciudad de Palenque no tiene nada de especial más allá de una enorme figura en la rotonda de acceso al pueblo, pero es el lugar usual donde alojarse para ver la zona arqueológica. Aquí nos avisó el guía que íbamos a empezar a encontrar mucho más turistas, debido que ya entramos en una zona más famosa. Aquí se integraron cinco personas que venían de turismo por Guatemala. Antes de visitar Palenque, en mí itinerario puse ver Bonampak y Yaxchilán, en la frontera de Guatemala, y que según leí conserva las pinturas originales, pero no hubo forma de meterlo porque no nos daba para estar más días por México. Aún así pudimos ver Palenque, que tiene su estilo propio dentro de la cultura maya (sí, ya comenzamos con los mayas) y está en un lugar rodeado de selva, lo que le da un encanto original. La intención del guía es que visitáramos la zona arqueológica de Palenque a primera hora para, sin el ruido de los turistas, oír el canto de los pájaros, pero este día el grupo estaba desincronizado y cada uno iba a su ritmo, y he aquí el problema de ir en grupo, que uno no puede coger y visitar las cosas por su cuenta sino que tiene que esperar al grupo completo. Este fue el único día de veintiuno que pensé que hubiera sido mejor ir por mi cuenta que en grupo ¿saben el anuncio que salen un grupo de turistas corriendo de un lado a otro sin descanso? Bueno, pues eso fuimos nosotras en Palenque, solo que con enormes ratos de estar de pie, sin ver nada, esperando a un par de personas. Esta zona arqueológica está rodeada por la selva y conserva enormes y altos árboles. Ciertamente estos árboles y restos de lianas y demás flora de la selva ha sido eliminada para poder visitar las ruinas arquitectónicas sin problema, pero han dejado todo alrededor, e incluso un camino sin limpiar con cascadas y antiguas piedras. Los primeros edificios que encontramos dos un par de casas con escaleras de aspecto piramidal de acceso. En las paredes blancas de las casas se puede distinguir algunas figuras de personajes mayas, aunque lo más detallado es una calavera sonriente en la base de los muros. Una de estas casas es el templo de las inscripciones, donde se encuentra la tumba del rey Pakal y la Reina Roja. Se puede subir hasta la casa que conserva la tumba de la reina roja y entrar dentro para ver, entre unas rejas, la tumba pintaba de color rojo. Como cuando llegamos ya había bastante gente fue necesario hacer fila hasta poder verlo. Al lado del templo de las inscripciones se encuentra el Palacio, el complejo más grande de la zona y con una gran cantidad de elementos. Comenzamos por los pasajes subterráneos, que están iluminados artificialmente pues la única luz en los túneles vienen a de la puerta de entrada o de una pequeña entrada de luz en forma de T. de aquí subimos por un hueco estrecho y unas escaleras hasta salir a la parte superior del palacio con vistas a la plaza con los templos ya visto y del otro vista al interior del palacio, con salas con columnas y rostros de monstruos en las paredes y una alta torre cuadriculada de varias plantas. De aquí vamos pasando por las salas en las que apenas quedan restos de las pinturas y algún diseño labrado en la piedra hasta llegar a la otra parte del palacio, con otra plaza interior, y vistas del juego de pelota. Seguimos por el palacio hasta un pasillo donde si se pueden distinguir los colorares de las paredes hasta salir a la otra pate del palacio que tiene vistas del conjunto de las cruces, y si uno mira hacia abajo, puesto que hemos ido subiendo escaleras y ya estamos a una altura considerable, podemos ver un canal excavado en la tierra por donde circula el agua. No veremos otro edificio maya como este, lleno de escalinatas, pasajes subterráneos, habitaciones, patios y corredores, una alta torre de cuatro lados, así como diversos tableros con esculturas y relieves. Después del palacio cruzamos el canal de agua y nos toca subir una pequeña montaña para llegar al conjunto de las cruces, donde hay tres edificios que representan las tres partes de la cruz en la cultura maya. Uno de los templos, el del sol, es el más pequeño, en frente hay un montículo con pequeñas escaleras y en lo alto el templo de la cruz foliada, y al lado, entre estos dos templos, está el templo de la cruz, cuyas escaleras de piedra forman parte del monumento y es el más alto de todo. Como dije tocaba un día de ir corriendo, teníamos el tiempo contado así que empezamos por subir al edificio más alto, el templo de la cruz. Justo cuando íbamos a subir una mujer mayor alemana estaba bajando y en el último escalón cayó al suelo, mi amiga Pili que estaba más cerca la ayudó a levantarse, pero a la mujer le dolía la rodilla y no podía, así que se tuvo que sentar en la piedra de la escalera. Como no podía ser de ninguna ayuda comencé mi ascenso, seguida de mis amigas, y llegamos arriba del todo para vernos recompensadas con la vista del palacio desde lo alto. El edificio blanco del templo tenía en su interior una plancha de tres placas de piedra talladas. Iniciamos el descenso y mis amigas se quedaron abajo y yo continué al siguiente templo, el de la cruz foliada. La subida, aunque de menor altura, era un poco más complicada, por lo estrecho de las piedras y como era montaña lo resbaladizo del camino. Arriba del todo una vista al interior del edificio, con otro tablero de tres placas de piedra con figuras talladas, donde se podía ver con detalle el sombrero y el rostro de un maya. Bajé rápido pues ya no teníamos tiempo para subir al otro templo si queríamos bajar la colina y llegar hasta pasado el juego de pelota donde habíamos quedado con el guía. Cuando bajamos se llevaban a la mujer alemana en camilla. Una vez llegamos al punto de reunión procedimos a realizar la salida por la zona de las cascadas. Hay dos salidas, por donde se entra y la otra es por la zona de las cascadas, llamada así porque en medio de la selva hay varias cascadas y río y se ha marcado un camino para bajar hasta la carretera de acceso a la zona arqueológica. Es uno d e los mejores paseo que hay, y uno de los puntos positivos de visitar Palenque. No es la selva como en Malasia pero es lo más cercano, caminando por entre la tierra y las enormes raíces de los árboles, observando las lianas, parásitos de los árboles, y las cascadas y el transcurso del río, además de ver algunas piedras base de antiguos edificios mayas. Antes de terminar hay un puente de madera y cuerdas colgante por encima del río, y frente al puente una serie de cascadas con pozas que permitían ver el color cristalino del agua. Un recorrido muy recomendable pero muy resbaladizo y peligroso si no se va con mucho cuidado. Nada más llegar a la carretera está el parking de los autobuses. Fue subir al autobús y ponerse a llover (aunque todo el día había estado soleado).

Visita: Noviembre 2015

Mis imágenes: Dentro del Álbum Mexico

Información para viajar: Pendiente

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